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Painkiller - Mini Reseña

Análisis de Painkiller

Painkiller regresa con la misión de revivir el clásico de 2004, aunque lo hace desde una perspectiva distinta. En lugar de repetir fórmulas pasadas, esta nueva entrega apuesta por una experiencia cooperativa para tres jugadores, reinterpretando la saga con un ritmo de combate más intenso y una ambientación gótica que busca conectar con una nueva audiencia. Pero ¿logrará ofrecernos algo realmente interesante?

La historia coloca al jugador en medio de un nuevo conflicto entre el cielo y el infierno. El arcángel Metatron convoca a cuatro almas condenadas para enfrentar a las fuerzas demoníacas comandadas por Azazel, un ángel caído que amenaza con desatar el caos en la Tierra. No obstante, la narrativa apenas tiene relevancia y funciona más como un pretexto que como un eje central. Los pocos detalles sobre los protagonistas se revelan de forma dispersa a través de breves diálogos durante las partidas.

Cada uno de los cuatro campeones ofrece ventajas que benefician al equipo, como un leve aumento en la salud o el daño. Aun así, en la práctica su impacto resulta poco significativo. El arsenal se compone de seis armas que iremos desbloqueando y que transmiten sensaciones distintas de peso e impacto, con disparos primarios y secundarios que amplían las posibilidades ofensivas. Para desbloquearlas se requieren almas ancestrales y oro; una vez obtenidas, pueden mejorarse usando únicamente almas ancestrales, lo que introduce una progresión ligera.

Campeones - Painkiller

En las incursiones se pueden seleccionar dos de estas armas, además de la Painkiller, un arma cuerpo a cuerpo emblemática cuya función principal es recuperar munición.  También es posible adquirir cartas del tarot con monedas, las cuales otorgan ventajas temporales. Se pueden equipar hasta dos cartas por incursión, con la limitación de que se consumen al finalizar y solo pueden restaurarse con almas ancestrales.


Antes de explorar los modos de juego, es importante tener en cuenta que, por defecto, el título nos lleva a una partida en línea; por lo que, en caso de que prefiramos el modo en solitario, este se encuentra disponible en el menú principal. Eso sí, en ambos modos hay presencia de bots para completar nuestro equipo.

Ahora sí, en cuanto a los modos disponibles, destacan las Incursiones y el Ángel Rebelde. En ambos es posible obtener recompensas como oro y almas ancestrales. Las Incursiones se componen de tres biomas, cada uno con su propio estilo visual, divididos en tres niveles que esconden secretos y trampas. Al completar todos los niveles de un bioma, se desbloquea el enfrentamiento contra un jefe o Nephilim. Por su parte, Ángel Rebelde es un modo tipo roguelike en la que se recorren siete arenas aleatorias hasta llegar al combate final en la guarida de un Nephilim. Cada partida comienza con la elección de armas básicas y sin conservar mejoras previas, lo que convierte este modo en un desafío pensado para jugadores experimentados. A lo largo de estas sesiones se asignan tareas específicas que deben cumplirse, algunas acompañadas de desventajas que alteran la jugabilidad y aportan variedad al desarrollo.

Modos de juego - Painkiller

Uno de los puntos fuertes de la propuesta son los enfrentamientos que constituyen el núcleo de la experiencia, con hordas de enemigos que aparecen constantemente y jefes desafiantes que representan uno de los mayores aciertos, pues ofrecen combates intensos con mecánicas propias y diseños que realmente ponen a prueba la coordinación del equipo. A ello se suma una movilidad fluida que recuerda a los títulos más recientes de Doom. El uso del dash y el gancho agiliza las secciones de plataformeo y aporta dinamismo al desplazamiento. El problema es que la estructura de las misiones de las Incursiones, basada en una sucesión de arenas conectadas, termina volviéndose monótona con el paso del tiempo, ya que principalmente solo estaremos sobreviviendo a oleadas y cumpliendo tareas para poder avanzar. Otro elemento mejorable son las ejecuciones de enemigos, que resultan demasiado básicas y carecen de impacto.

Jefe 1 - Painkiller
 
Algunos aspectos a considerar son que difícilmente nos quedaremos sin munición, debido a que en las incursiones es posible encontrarla en el entorno o conseguirla al derrotar enemigos, junto con el uso de la Painkiller. En lo que concierne a la salud, hay objetos que restauran parcialmente la vitalidad al ser recogidos; estos pueden hallarse dispersos por el escenario o ser arrojados por los enemigos, mientras que otros se almacenan para usarlos cuando la situación lo requiera. 

Respecto al cooperativo en línea, considerado el pilar de la obra, este permite partidas con hasta tres jugadores o, en su defecto, el acompañamiento de bots cuando no se dispone de un equipo completo. Al jugar en solitario se aprecia que la IA cumple un buen papel al apoyarnos, ya sea ayudando a despejar una zona o levantándonos si caemos. Como jugadores debemos tener especial cuidado con nuestra vida, ya que generalmente solo contamos con tres. Si las perdemos todas en el transcurso de una misión, la partida terminará incluso si la IA aún conserva las suyas.

Escenario 3 - Painkiller

En cambio, si queremos jugar con otras personas, hay malas noticias, ya que casi nunca encontraremos a nadie disponible, a pesar de que el juego cuenta con crossplay. Por ello, la alternativa será jugar con algún amigo al que podamos invitar o a quien podamos compartir un código para que se una a nuestra sesión. En este contexto resulta fundamental que los compañeros estén comprometidos en colaborar para poder avanzar, ya que muchas veces será necesario revivir a los aliados o coordinar ataques para resistir las oleadas. Y cuando se trata de enfrentarse a un jefe, todo tipo de apoyo resulta vital. A nivel técnico no tuve inconvenientes con la conexión y tampoco se presentaron errores ni bugs.

Visualmente, el trabajo cumple gracias a una ambientación oscura y detallada, con enemigos bien diseñados que mantienen la esencia gótica del original. La banda sonora metalera aporta energía y se mantiene fiel al espíritu clásico de la saga. En lo referente al rendimiento, se puede decir que está bien optimizado, comportándose de forma estable incluso en equipos modestos, como la ASUS ROG Ally, utilizando configuraciones altas.

Escenario 2 - Painkiller

Escenario 1 - Painkiller

CONCLUSIÓN
 
Painkiller es un título entretenido, con un sistema de disparo excelente y combates contra jefes realmente satisfactorios. Su apartado técnico cumple, y el modo cooperativo representa un aporte importante, sumado a un modo de corte roguelike que añade algo de frescura.  Sin embargo, el juego queda limitado por su falta de ambición narrativa, una progresión superficial, una estructura de misiones demasiado repetitiva y un modo online prácticamente deshabitado.

En conjunto, da la impresión de que el nombre se empleó únicamente para captar la atención de los nostálgicos, presentando bajo el paraguas de una reimaginación una entrega simplemente moldeada por las tendencias actuales. Si bien posee buenos cimientos y resulta divertido para pasar el rato con amigos, termina sintiéndose genérico, falto de identidad y carente de la fuerza que caracterizaba al original.


Painkiller
Desarrollado por: Anshar Studios
Publicado por: 3D Realms
Fecha de lanzamiento: 21 de octubre de 2025
Disponible para: PS5, Xbox Series X|S y PC

Esta reseña fue posible gracias a una copia digital del juego proporcionada por 3D Realms.

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